Producto: Consultoría Nacional para selección y análisis de Comunidades Energéticamente Vulnerables

Términos y condiciones: consultar a FAO-AR@fao.org

Plazo de Presentación: 11 de marzo de 2014 hasta las 9 hs. En Av Belgrano 456, 1° piso, CABA.

De acuerdo a relevamiento realizados por la Secretaría de Energía (PERMER - Modelo de comparación del uso de gas, leña y energía solar), en Argentina existen un gran número de comunidades rurales, que presentan actualmente condiciones estructurales precarias relacionadas con el desigual acceso a la vivienda, educación, salud, a la energía y en consecuencia a la calidad de vida. Muchas de estas comunidades utilizan biomasas como combustible principal para cubrir las necesidades básicas de cocción de alimentos, calentar agua sanitaria o calefaccionar sus hogares. Por lo general, su utilización se basa en sistemas tradicionales de combustión en braseros u hogares, poco eficientes desde el punto de vista energético que además entrañan riesgos de salud por la inhalación de gases y material particulado derivado de dicha combustión.

En dichas comunidades, se ha detectado que se requiere el fortalecimiento de la provisión de servicios energéticos modernos para mejorar la calidad de vida, la ampliación equitativa de oportunidades, la diversificación económica y la extensión de procesos de inclusión social.

Así mismo la utilización de forma irracional de los recursos forestales lleva asociada la degradación del territorio. La incorporación paulatina de tecnologías modernas, eficientes y limpias de energía a partir de biomasa, o bien en caso de que no exista una oferta que permita satisfacer usos energéticos básicos, su sustitución y/o complementación con otras fuentes renovables de disponibilidad local al interior de estas comunidades permitirá garantizar la vida cotidiana sin ver afectada su integridad física, psíquica o su dignidad.

Es por ello que PROBIOMASA se ha propuesto, particularmente en zonas pobres y marginales, la promoción del suministro de energía necesario para mejorar la calidad de vida de por los menos 30 comunidades pobres en el país. Por otra parte, la disponibilidad de combustibles alternativos en el mercado permitirá diversificar las fuentes en que se basa el consumo final de energía, que descansa principalmente sobre recursos de disponibilidad finita y no renovable.

Se plantea abordar el estudio de las 30 comunidades en etapas, correspondiendo a la primera etapa el estudio sobre comunidades, distribuidas equitativamente según sea su emplazamiento en áreas superavitarias y deficitarias en materia de balance de oferta y demanda energética de biomasa.